Por Luis María Pescetti
Queridos niños: déjenme que les pida una cosa. En estos días van a retomar la escuela. Todavía están a tiempo: ¡huyan! Escóndanse.
La escuela es de las experiencias más peligrosas del mundo. Vienen los terremotos, los huracanes, el viaje a las estrellas y después ¡la escuela!
Hagamos un plan: escóndase en el armario de su cuarto, o debajo de la cama. Algún lugar en el que las personas con quienes ustedes vivan no piensen jamás en encontrarlos, por ejemplo ahora no se me ocurre; pero refúgiense ahí. Entonces por la mañana no los encontrarán y ustedes podrán escapar en libertad. Todavía están a tiempo, ¡huyan!
Conozco el caso de un niño que fue a la escuela y, sin siquiera que él mismo se diera cuenta, unos marcianos terribles habían reemplazado a los docentes y le chuparon el cerebro.
Esto es científico, no se los digo por inventar solamente. Y conozco el caso de una niña que, en su escuela, fueron los maestros los que reemplazaron a los marcianos.
¿Cómo distinguir si su escuela está en poder de unos marcianos que quieren invadir el planeta? Es una tarea muy difícil. Tal vez ustedes van muy confiados, y no se percatan de que toda la escuela está llena de marcianos reemplazantes y así quedarán expuestos al más peligroso de los peligros.
Y si la escuela no hubiera sido invadida por extraterrestres, de todos modos es de los lugares más infinitamente peligrosos de todo el mundo. Se los digo científicamente, niños. Créanme.
¿Por qué creen que en casi ninguna escuela hay perros? porque los marcianos saben que los perros son los mejores amigos de las personas y-por-e-so-no-los-de-jan-en-trar. Así de clarito.
¿Y por qué creen que en casi ninguna escuela hay gatos? ¿Porque los gatos saben leer? No, los gatos no saben leer. ¿Los gatos saben escribir? Tampoco. Entonces debería haber, ¿y por qué no hay?
La respuesta es muy sencilla: porque los gatos saben oler el peligro, y los marcianos son peligrosos, por lo tanto los gatos huelen a los invasores extraterrestres y deciden que mejor no van, por eso.
¿Por qué este razonamiento no se le ocurrió a nadie antes? Es imposible que no se le haya ocurrido a alguien más. Seguro que sí se le ocurrió, y lo atacaron los marcianos reemplazantes de la escuela.
Niños, ¡háganme caso! La humanidad entera corre peligro. No es cierto que todos necesitan saber leer y escribir. ¿Nadie se dio cuenta de esa gran mentira? Bastaría con saber una cosa u otra y que siempre fuéramos de a dos. ¡Es evidente! Si ustedes saben leer, por ejemplo, y un amigo de ustedes sabe escribir… ¡ya está! No necesitan aprender las dos cosas. Ahora bien, ¿y por qué se imaginan ustedes que siempre nos dicen que hacen falta las dos cosas? Muy sencillo: porque los marcianos reemplazantes necesitan el doble de tiempo para chuparnos el cerebro. ¿Y por qué necesitan el doble de tiempo? Porque la máquina de chupar cerebros les anda lento, por-e-so, así de sencillo.
Si les anduviera súper bien lo harían en mitad de tiempo. ¿Es que nadie se dio cuenta de esto antes? Listo, ya avisé.
Pensar que estoy salvando a toda la humanidad y aquí nomás, tan tranquilo. Pero, el día de mañana, me van a hacer una estatua como con dos caballos, por lo menos.
Éste cuento y otros más se pueden encontrar en el libro "Unidos contra Drácula" disponible en la Biblioteca del Instituto
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