lunes, 15 de junio de 2020

15 de Junio: Día Nacional del Libro


Ilustración de Pawel Kuczynski

El 15 de junio de 1908, el Consejo Nacional de Mujeres hizo entrega de los premios y menciones de un concurso literario que había organizado en el marco de lo que entonces era la Fiesta del Libro. A partir de entonces, el nombre de la fecha ha variado, sin embargo la esencia ha sido relativamente la misma: homenajear y distinguir ese objeto complejo y conocido como libro. Finalmente, en 1924, un decreto oficializó la Fiesta del Libro y el 11 de junio de 1941, a través de una resolución ministerial, se decidió cambiar el nombre de la fecha por Día Nacional del Libro, tal como lo conocemos actualmente.


Hacer una mención detallada de la evolución o historia del libro como soporte de escritura resulta sumamente extenso para una efemérides, sin embargo, sí podemos resumir sus saltos y cambios más significativos. En la Antigüedad, los soportes de escritura eran la piedra, las tablas de arcilla, madera o marfil, la seda, etc. Al poco tiempo, aparecieron los papiros, una especie de lámina creada por los egipcios a base de una planta acuática que nace a orillas del río Nilo. La elaboración de estas láminas, o primeros «papeles», implicaba un proceso de varias semanas —mantener en remojo el tallo, luego cortarlo en tiras, entrelazarlas, prensarlas, extraer toda la savia y volver a prensarlas hasta obtener como resultado una especie de tela que, una vez seca y prensada, serviría como soporte de escritura—. Con el paso del tiempo, el papiro fue reemplazado por el pergamino, soporte similar pero creado con pieles de animales cuya resistencia al paso del tiempo y las condiciones climáticas fueron superiores a las del papiro. Tanto el papiro como el pergamino eran enrollados, formando así rollos que reunían escritos sobre un mismo tema, institución, relato, etc.

A principios de la Edad Media, estos rollos fueron disponiéndose en la forma que hoy conocemos el libro, es decir, un conjunto de láminas cuadradas o rectangulares sujetas unas a otras desde su costado izquierdo y formando así el lomo del libro. Esta nueva disposición de las láminas se realizó en pos de facilitar la lectura y aprovechar sus ambas caras. Por lo tanto, podríamos decir que el libro, en la forma física en que hoy lo conocemos, tiene su origen en el inicio de la Edad Media, cuando los pliegos o láminas encuadernadas, o códices, fueron reemplazando a los rollos de papiros o pergaminos.

La invención de la imprenta a fines de la Edad Media fue, sin duda, un avance tan significativo como el soporte digital. Así, fue una tecnología que aceleró y amplió la producción de copias de los originales, las cuales hasta el momento eran producidas a mano por los copistas de los monasterios.

Producto de los avances científicos, actualmente el libro se nos presenta también en forma digitalizada, es decir, prescinde del papel, la encuadernación y otros recursos. Al respecto, una discusión polémica se ha desprendido: ¿desaparecerán los libros físicos y pasarán a ser todos digitales? La pregunta genera distintas respuestas y puntos de vista, todas ellas diferentes pero coincidentes en un punto: el libro es un objeto —ya sea digital o físico— contenedor de diversas artes (edición, tipografía, maquetación, encuadernación, etc.), ideas y conocimientos. El libro, con sus distintas cualidades artísticas y comunicativas es, de una u otra manera, un objeto digno de conmemoraciones.

Los libros son:

Espejos-ventanas-puertas-peldaños-abrigos-anclajes-tranpolines-escapes-mantas-faros-alfombras voladoras-rincones tranquilos
Alumnos y alumnas del Nivel Primario recomendaron sus libros favoritos para disfrutar de éste día.
Gracias Sebas!!

Gracias Isa de 4to. "A"

Gracias a Elias, Luciano y Tizi de 2do. "A" por recomendar un libro.

Comparto la Poesía "Leer a su lado" Elvira Lindo


Leer a su lado

martes 23 de septiembre de 2008  

Leer. Leer sin ganas. Leer por aburrimiento. Leer para no hacer ruido. Leer para dejar que tu padre duerma la siesta. Leer porque no te dejan poner la tele. Leer porque ya nadie quiere contarte un cuento. Leer porque te han castigado sin salir. Leer porque estás en la cama con fiebre. Leer porque estás solo. Leer porque imitas a tus hermanos mayores. Leer porque lo hace tu madre. Leer libros para niños. Leer novelas que no te dejan leer. Leer hasta que te apagan la luz. Leer sin leer, pensando en otra cosa. Leer en la biblioteca. Leer todos los libros de la biblioteca infantil. Leer porque tu hermana lee en la cama de al lado. Leer libros de Tintín en casa de tu abuelo. Reir porque tu tía llora con una novela. Llorar porque te da pena el abominable hombre de las nieves. Leer y leer y leer cinco líneas sobre sexo. Leerlas y leerlas una vez más. Leer porque quieres estar solo. Leer porque te sientes solo. Leer porque te crees distinto. Leer para encontrar almas gemelas. Leer aquello que aún no has vivido. Leer para llenarte la cabeza de pájaros. Leer para presumir. Decir que has leído un libro que no has leído. Resumir libros en literatura que no has leído. Sacar buenas notas en literatura haciendo resúmenes de libros que no has terminado. Leer para imitar lo que que has leído. Leer para fardar. Leer para ligar. Leer para consolarte de un abandono. Leer por falta de planes. Leer por falta de amor. Leer porque se ha ido con otra. Leer para que no digan. Leer mientras esperas. Leer sentado en el wáter. Leer para dormirte. Leer para poder hablar con él. Leer el libro que él te recomendó. Leer para sorprenderle. Leer por puro gusto. Leer por vaguería. Leer porque no te gustan los deportes. Leer porque no tienes un duro. Leer para olvidar. Leer para recordar. Leer para aprender. Leer un coñazo impresionante. Leer un libro que no quieres que se acabe. Leer el libro de un amigo. Leer todos los libros de un hombre que te gusta. Leerle el pensamiento. Leer el libro que él está leyendo. Leer el libro que él querra leer después. Leerle a tu hijo. Leerle hasta que se quede dormido. Leerle hasta que te quedas dormida. Leerle el Tintín que tú leíste. Leerle cuando se muere el Abominable Hombre de las Nieves. Leerle y consolarle luego su llanto inconsolable. Leerle para que aprenda a estar solo. Leerle para volver a vivir la infancia. Leerle por gusto. Ver cómo un hijo lee. Releer. Leer sólo lo que te gusta. Leer sólo aquello que te emocione. Leer por amor. Leer a su lado.



Para seguir leyendo: Cien beneficios de la lectura.

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